La memoria se refresca en Chile, luego de que este lunes 4 de septiembre cientos de ciudadanos se dirigieran al Palacio Presidencial de La Moneda en alusión al aniversario de la victoria electoral de Salvador Allende en 1970.
En el evento, que tuvo lugar en el corazón de Santiago, participaron Isabel -la hija de Allende, actual congresista- y su nieta, Marcia Tambutti Allende. En tanto que el presidente Gabriel Boric también estuvo presente, saludó a los asistentes y entró en La Moneda.
“No podemos dejar de recordar todo el dolor que provocaron, la alteración de la democracia y las violaciones violentas de los derechos humanos”, afirmó Tambutti. La nieta del izquierdista dijo que el encuentro genera “sentimientos encontrados”.
“Por un lado nos recuerda los 1.000 días del gobierno de Allende que, a pesar de ser duros estuvieron muy llenos de luz. Por otro, también el dolor que trajo el manto oscuro de los 17 años de dictadura militar y civil”, agregó.
Frente al Palacio Presidencial también acudieron miembros de Abuelas de Plaza de Mayo, el grupo cívico argentino que nació en la década de 1970, durante la dictadura militar de Jorge Rafael Videla. “Estoy feliz de compartir este momento que muestra cómo el pueblo chileno nos sorprende, cómo avanza. No creo que dejen de exigir justicia”, aseveró María Adela Antokoletz, una de las fundadoras de la agrupación.
Esta manifestación se da una semana antes del 50° aniversario del golpe de Estado perpetrado por el general Augusto Pinochet al gobierno de Allende en 1973, el cual ha centralizado todas las miradas de la población chilena.
A lo largo de los 17 años del militar en el poder, unas 40.175 personas resultaron ejecutadas, detenidas, desaparecidas o torturadas como presos políticos, según afirma el Ministerio de Justicia y recolectan distintas comisiones.
El aniversario del golpe, en el centro de la escena
Chile hace preparativos para los actos de memoria a razón del ascenso de la cúpula militar al poder en 1973, un tema delicado para la población. En ese sentido, el actual presidente, Gabriel Boric, tildó como “eléctrico” el ambiente que se vive por la proximidad de la fecha.
El mandatario ha confeccionado una declaración de compromiso con la democracia y que ha tenido la aprobación de sus antecesores, Michelle Bachelet y el derechista Sebastián Piñera. No obstante, el deseo de que sea una manifestación conjunta con las demás fuerzas políticas parece desvanecerse.
‘Chile Vamos’, tradicional espacio de derecha, y el ultraderechista ‘Partido Republicano’ rechazaron cualquier posibilidad de suscribirse a la proclama de Boric. El presidente de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Javier Macaya, repitió su negativa para “participar en hitos que generen más división”.
La contracara fueron los anteriores jefes de Estado de Chile. Bachelet se reunió este lunes 4 de septiembre con Boric. La ex funcionaria de Naciones Unidas y dos veces presidenta de Chile dijo estar “contenta” con la copia de la declaración la cual espera “firmar en el momento que se decida”.
“No podría entender que alguien se restara de un acuerdo así, lo que busca es unirnos, no separarnos”, agregó. Bachelet calificó como “tóxico” la controversia que supone la fecha del golpe militar de Pinochet.
La semana pasada, Boric también se juntó con Piñera en un intento de seducir a los espacios más conservadores del país. El expresidente se mostró dispuesto a respaldar la declaración del izquierdista y llamó a “unir a todos los chilenos y no a dividirlos”.
Para la conmemoración del próximo 11 de septiembre, donde habrá un gran acto ciudadano encabezado por Boric, líderes internacionales llegarán a Chile. En la nómina destacan los presidentes de México, Colombia, Argentina y Uruguay, el primer ministro de Portugal y el líder del Consejo Federal de Alemania.
Además, la Cancillería chilena confirmó la presencia de expresidentes como los colombianos Juan Manuel Santos y Ernesto Samper, la costarricense Laura Chinchilla, el expresidente del Gobierno español Felipe González y el uruguayo José Mujica.