En un paso hacia la distensión y cuando la crisis humanitaria llega a extremos en Gaza, Israel y Hamás acordaron una pausa en las hostilidades de cuatro días, que incluye la liberación de algunos de los 240 rehenes tomados durante el ataque de Hamás el 7 de octubre así como la excarcelación de palestinos bajo custodia israelí.
Este miércoles 22 de noviembre las partes confirmaron que al menos 50 de los rehenes en poder de Hamás serían liberados. Según fuentes consultadas por Reuters, el acuerdo podría resultar en la liberación de más personas de lo inicialmente estimado. Antes del pacto, Hamás ya había liberado a cuatro rehenes.
Los 50 rehenes que volverían a la libertad en los próximos cuatro días, según la Oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, serían mujeres y niños. Una característica destacada es que más de la mitad de estos secuestrados por Hamás tienen ciudadanía extranjera o doble nacionalidad, abarcando alrededor de 40 países, incluyendo Estados Unidos, Tailandia, Reino Unido, Francia, Argentina, Alemania, Chile, España y Portugal.
El pacto también contempla la liberación «en cuatro fases» de 150 prisioneros palestinos encerrados ahora en cárceles israelíes. Antes del 7 de octubre, aproximadamente 5.200 palestinos ya estaban en prisiones israelíes, y tras la reciente escalada, otros 3.000, incluyendo 145 niños y 95 mujeres, fueron arrestados.
La lista de prisioneros palestinos que podrían ser liberados, proporcionada por Israel, ha incluido a 33 mujeres adultas y principalmente adolescentes detenidos entre 2021 y 2023. La mayoría enfrenta acusaciones relacionadas con amenazas a la seguridad, ingreso ilegal a Israel sin permiso y delitos violentos. Ninguno de ellos tiene casos abiertos por asesinato.
La organización Save the Children reportó abusos contra niños bajo detención israelí, incluyendo violencia sexual, abusos físicos y psicológicos, así como la privación de alimentos, agua y sueño. El informe destaca que el principal delito alegado para estas detenciones es arrojar piedras contra soldados israelíes, con posibles condenas de hasta 20 años de prisión para los menores palestinos.
Según lo confirmado por Qatar, país mediador, Hamás e Israel están finalizando los detalles del intercambio. Los detalles exactos del corredor y el procedimiento aún se están acordando, incluyendo las listas de aquellas personas que serán liberadas.
¿Qué comprende el acuerdo?
El Gobierno israelí y Hamás alcanzaron el pacto en la madrugada del miércoles (hora local), marcando una pausa tras más de seis semanas de hostilidades.
Este acuerdo, que estuvo prácticamente sobre la mesa durante un mes, no resuelve la guerra ni aborda las raíces del conflicto y el Gobierno israelí ha asegurado que una vez finalizado continuará sus ataques en Gaza.
«El Gobierno de Israel, las FDI (fuerzas de defensa) y los servicios de seguridad continuarán la guerra para llevar a casa a todos los rehenes, completar la eliminación de Hamás y garantizar que no habrá ninguna nueva amenaza al Estado de Israel por parte de Gaza», indica el comunicado de la Oficina de Netanyahu.
Si todo va según lo planeado, Israel iniciará un alto el fuego de cuatro días en Gaza, suspendiendo los vuelos de drones las 24 horas en el sur del enclave, mientras que en el norte solo lo haría entre las 10:00 y las 16:00, tiempo en el que el Ejército israelí no atacaría ni detendría a nadie. Tras este periodo, el alto el fuego podría extenderse un día por cada diez rehenes adicionales liberados por Hamás.
Israel no permitirá el retorno de palestinos al norte de Gaza, aunque sí acordó dejar entrar aproximadamente 300 camiones de ayuda, entre alimentos, elementos sanitarios y combustible.
Mientras tanto, los palestinos en Gaza sufren las consecuencias. Informes de Naciones Unidas indican la falta de hospitales operativos en el norte del territorio, afectados por incursiones militares israelíes y la escasez de combustible, insumos médicos, alimenticios y agua.
Qatar, clave para lograr la tregua
El proceso, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, encontró un hito crucial en una reunión llevada a cabo en Ramallah, Cisjordania. Un encuentro de cuatro horas que contó con la participación de negociadores de Egipto, Estados Unidos, Israel y representantes de la Autoridad Palestina, concretó los detalles del acuerdo y abordó cuestiones sobre la gobernanza y seguridad en la región tras un alto el fuego permanente.
Los funcionarios egipcios, al relatar los altibajos de casi seis semanas de negociaciones, recalcaron que el desinterés inicial de Israel en cualquier negociación y luego su repetido rechazo de las condiciones de Hamás habían contribuido al retraso del pacto.
El Gobierno de extrema derecha de Netanyahu buscó una posición negociadora más fuerte mediante victorias militares sobre Hamás, mientras que representantes del Mossad y Shin Bet mostraron una postura más flexible.
Otro factor que contribuyó a la complejidad y demora fue el compromiso de Hamás de informar a Irán y otros grupos en Gaza sobre el progreso de las negociaciones. La seguridad de Yahya Al Sinwar, líder de Hamás, también jugó un papel crucial en el proceso. Al Sinwar, veterano de 61 años del ala militar de Hamás, a veces se desconectaba durante días en protesta por lo que percibía como atrocidades israelíes en Gaza o por razones de seguridad.
Por su parte, el presidente estadounidense Joe Biden agradeció a los líderes de Qatar, Egipto e Israel por su papel en el acuerdo, destacándolo como un «logro» diplomático que, según la Casa Blanca, se centra en la liberación de rehenes más que en un alto el fuego generalizado.
La tregua llega en medio de la crisis humanitaria en Gaza
El futuro de Gaza se presenta incierto, independientemente de la forma que tome el acuerdo o cómo se termine llevando a cabo.
Los 300 camiones de insumos básicos no serían suficientes, según la organización Médicos Sin Fronteras y las restricciones de movimiento impuestas por Israel en Gaza complican la situación. La ONU destaca la falta de electricidad, la grave escasez en los hospitales y la negativa de Israel a permitir el ingreso de alimentos al norte del enclave.
La situación se agrava, con más de 14.100 palestinos muertos, incluidos más de 5.800 niños y 3.500 mujeres, según autoridades palestinas. Las advertencias de la OMS indican que 21 de los 34 hospitales al norte de la Franja de Gaza están ahora «totalmente disfuncionales», incapaces de aceptar nuevos pacientes debido a la intensificación de los combates. Los intensos ataques israelíes han llevado también a al menos 1,7 millones de personas a desplazarse internamente, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
Gaza se enfrenta a una crisis humanitaria devastadora con la amenaza inminente de hambruna y enfermedades, ya que las entregas de ayuda vital fueron detenidas por la escasez de combustible y un apagón de comunicaciones, según advierten agencias humanitarias
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) alertó el viernes sobre la posibilidad inmediata de hambruna entre los civiles. Simultáneamente, la Organización Mundial de la Salud expresó su preocupación por la rápida propagación de enfermedades.
Tras semanas de desesperación por los bombardeos al norte de la Franja, 31 bebés en estado crítico fueron evacuados el 19 de noviembre de Al-Shifa al hospital emiratí cerca de la frontera de Rafah. Esta operación de rescate, llevada a cabo por la Media Luna Roja de Palestina y Naciones Unidas, enfrentó desafíos significativos debido a los combates, a la falta de energía y agua en las incubadoras, así como a la contaminación del agua en la fórmula para bebés.
Los bebés rescatados, envueltos en papel de aluminio para mantener sus temperaturas, fueron transportados lentamente a través de seis ambulancias, atravesando áreas devastadas por bombardeos y enfrentando el asedio israelí. Aunque tres bebés continúan recibiendo tratamiento en el sur de Gaza, los 28 restantes fueron trasladados a Egipto para recibir atención médica adicional.
La Organización Mundial de la Salud ha descrito al Hospital Al-Shifa como una «zona de muerte».
El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió continuar las operaciones militares en Gaza después de la pausa de cuatro días. En palabras transmitidas por televisión, expresó: «La guerra tiene sus etapas, y la liberación de los rehenes también tiene sus etapas. Pero no descansaremos hasta lograr la victoria total y hasta que todos regresen».
Aunque algunos líderes, como el presidente francés y las Naciones Unidas, han instado a un alto el fuego, países como Estados Unidos han rechazado estos llamados.
Esta pausa puede llevar a que más países se sumen a la petición, aumentando la presión sobre la Administración de Biden y la de Netanyahu.